Si te preguntas cuándo ir a Varsovia, debes saber que la ciudad tiene veranos calurosos e inviernos fríos, mientras que los meses de primavera y otoño son muy agradables. Si te gusta el calor, te recomendamos que visites la capital polaca en junio, julio y agosto, pero recuerda meter un paraguas en la maleta porque también es la época más lluviosa del año. El clima continental de Varsovia está influido por el río Vístula, que atraviesa la ciudad de norte a sur, aunque no excesivamente.
Varsovia es una ciudad muy activa, con muchos acontecimientos a lo largo del año. Desde conciertos a representaciones teatrales, pasando por festivales de música y numerosas exposiciones temporales de artistas emergentes pertenecientes a nuevas corrientes estéticas, la capital polaca es la ciudad adecuada para mirar al futuro sin olvidar el pasado.
La estación más rica es sin duda el otoño, cuando la música clásica y el cine cobran protagonismo.
Enero y febrero en Varsovia son indudablemente fríos. La dureza del tiempo puede darte alguna nevada y aun así empujarte a realizar actividades agradables, como ir de compras y visitar los numerosos museos, como el dedicado a Chopin.
En marzo, el aire sigue siendo frío, pero la primavera empieza a calentar la zona de la ciudad. Es el mes ideal para explorar Varsovia para todos aquellos a los que no les gustan las aglomeraciones, las colas en los museos y la confusión.
En abril, el aire seguirá siendo fresco, pero las cálidas temperaturas de la primavera se harán sentir con insistencia. Si estás planeando un viaje a la capital de Polonia en esta época, te recomendamos meter en la maleta tanto ropa gruesa como más ligera.
Visitar Varsovia en mayo significa embriagarse de colores y olores. Las temperaturas cambian de un día para otro y la música de Chopin en los conciertos del Parque Lazienki te calentará aún más el alma.
En las noches de mayo, Varsovia abre las puertas de sus museos a los visitantes y las calles resuenan con la música de los numerosos conciertos que se organizan cada año.
Junio es uno de los mejores meses para visitar la capital polaca, debido a las agradables temperaturas y a los numerosos actos que se ofrecen; el único inconveniente es la lluvia, que puede sorprenderte durante el día.
El número de turistas empieza a aumentar, por lo que te recomendamos que reserves el vuelo y el hotel con antelación, pero aún es posible pasear tranquilamente por la ciudad.
Con más de 20 años de historia, el Festival Mozart es el acontecimiento emblemático de la Ópera de Cámara de Varsovia. Organizado por primera vez en 1991 para celebrar el 200 aniversario de la muerte del compositor vienés, durante el Festival se representan casi 40 óperas y conciertos: en el Palacio Real, la Iglesia del Seminario, la Iglesia del Santo, el Teatro del Parque de los Baños Reales y el Palacio de Wilanow.
Julio es el mes más lluvioso en Varsovia, pero el calor te hará olvidar rápidamente las tormentas veraniegas. Hay muchos acontecimientos al aire libre, como el festival en el patio del Castillo Real o el Festival de Verano en el Castillo de Ujazdowskie.
Reserva hoteles con antelación si quieres ir a la capital polaca en julio, ya que los numerosos actos y la temperatura óptima atraen a muchos turistas.
Organizado por primera vez en 1993, el Festival de Arte Callejero es un acontecimiento que se ha convertido definitivamente en parte del calendario cultural veraniego de Varsovia. El objetivo del Festival es fomentar el intercambio cultural entre los países europeos, respetando al mismo tiempo las diferencias y las identidades individuales. Las últimas ediciones han utilizado la zona urbana como escenario natural de manifestaciones artísticas: desde paradas de autobús hasta adoquines de piedra, desde la entrada de una estación de metro hasta una esquina entre dos calles, todo es un escenario.
La temporada más calurosa termina con agosto, un mes repleto de acontecimientos, como el Festival de Verano, una sesión de música clásica al aire libre que se celebra en la Plaza de la Ciudad Nueva, y el Festival Internacional de Tango Argentino. Agosto es un mes popular para los turistas.
Septiembre es un mes ideal para visitar Varsovia: las temperaturas refrescan pero siguen siendo muy agradables, el número de turistas empieza a disminuir y el calendario de actos es rico, sobre todo en los ámbitos de la cultura judía y la ciencia. Te sorprenderá el Festival Internacional de Artes Circenses.
El festival de música orquestal y de cámara titulado Chopin y su Europa se celebra entre agosto y septiembre. El programa de actos dura dos semanas y suele incluir interpretaciones de obras de uno o dos compositores europeos más.
Con el mes de octubre, Varsovia también te agarrará por el cuello. De hecho, los restaurantes de la ciudad ofrecerán menús a base de setas frescas, un auténtico manjar muy apreciado tanto por turistas como por polacos.
Las temperaturas empezarán a bajar, pero seguirán siendo agradables. Te esperan el Festival Internacional de Jazz y el Festival de Cine.
Desde mediados de junio hasta finales de julio, músicos de jazz de renombre internacional acuden a Varsovia para participar en el Festival de Jazz, una serie de conciertos en los que actúan artistas locales junto a grandes nombres de todo el mundo. Los conciertos principales tienen lugar en la Sala de Congresos del Palacio de Cultura y Ciencia.
En septiembre se celebra en Varsovia el Festival de Otoño de Música Contemporánea, una auténtica joya para la ciudad. Fundado en 1956 por dos compositores, Tadeusz Baird y Kazimierz Serocki, es un acontecimiento anual que dura ocho días. El objetivo principal del festival es presentar nueva música de Polonia y de todo el mundo.
Se celebra en octubre, dura diez días y presenta las mejores películas internacionales del año, películas polacas y numerosas retrospectivas.
Noviembre es un mes estupendo para visitar Varsovia si eres aficionado a los museos o a las compras, ya que las temperaturas suelen descender por debajo de cero.
En diciembre, el ambiente de Varsovia se embriaga con las decoraciones navideñas y los mercadillos de Navidad. Si te gusta pasear por los puestos en busca de pequeños recuerdos y no te da miedo el frío, ésta es la época del año adecuada para tus vacaciones en la capital polaca. No te conformes con visitar el mercado del Casco Viejo, acércate al otro mercado instalado en las inmediaciones del Palacio de Cultura.